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Tu mascota 23/07/2015 09:56
Estaban en un refugio e iban a ser sacrificadas si nadie las adoptaban. ¡Pero la dulce foto las salvó!
Dos perritas que iban a ser sacrificadas en un refugio se "abrazaron" y esa dulce acción les salvó la vida.
La foto de dos mascotas generó tanto revuelo en las redes sociales que terminó por salvarles la vida.
Dos horas después de ser publicada la foto, un alma caritativa fue a Angels Among Us Pet Rescue, ubicado en Georgia, Estados Unidos para adoptarlas y así, salvarles la vida.
"Mi nombre es Kala y esta es Keira. Estamos muy asustadas en este lugar. Las personas que trabajan en el refugio se dan cuenta de lo asustadas que estamos pero nos acaban de decir que hoy es la fecha límite", publicó la página oficial del refugio.
"Si nadie viene a rescatarnos será nuestro turno. Keira es negra y no es un bóxer real, sólo una mezcla. Es muy valiente y me dice que todo estará bien sin importar lo que pase", sigue.
"Me dice que también debo ser valiente pero no sé si pueda", completó la publicación que llegó al corazón de los amantes de las mascotas.
El impacto de los "perros que se abrazan" golpeó fuerte en Facebook: hasta las últimas horas la publicación del refugio había sido compartida unas 12.300 veces y recolectado más de 24 mil Me gusta.
Además reunió unos 4 mil comentarios de todo tipo.
Finalmente, el efecto viral tuvo su gloria y un veterinario fue a evaluar su estado para llevarlas a su casa y tenerlas hasta conseguir a un dueño definitivo.
Ahora son famosas. Este jueves estuvieron en la cadena Fox de la TV estadounidense.
Temas
Tragedia en Lanús.La víctima tenía 78 años y fue agredido por un perro de la familia. “Murió como un héroe”, dijo uno de sus nietos.
Dolor. La familia del jubilado muerto, ayer, al salir de su casa. LUCIA MERLE
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A Fernando le tiembla la voz. Suelta palabras sin freno, como si fuera una descarga imparable. Y repite varias veces la misma idea, una especie de consuelo que también funciona como un convencimiento que lo ayude a superar el mal momento: “Mi abuelo murió como un héroe. Dejó la vida para salvar a mi hermana”. Fernando (19) era el dueño del perro pitbull que atacó a su abuelo José Couceiro (78) y le causó heridas gravísimas, que derivaron en su muerte. El trágico hecho ocurrió en la tarde del lunes, en Remedios de Escalada, Lanús, y reabrió el debate sobre los peligros que implican determinadas razas de perros para tener como mascotas.
Según contó la familia, en la casa de Balcarce al 3700 vivían dos perros pitbull (un macho y una hembra) y una perra mestiza.
Las dos hembras empezaron a pelearse y Micaela (15), la hermana de Fernando, intercedió para separarlas. Ahí fue cuando el macho pitbull la atacó por la espalda y le mordió la cara.
Cuando su abuelo quiso intervenir, fue atacado por el pitbull, que lo tiró al suelo y le mordió la cara. El ataque fue feroz. Para detener al animal, intervinieron cuatro vecinos, que le tiraron palos, piedras y un fierro de un taller mecánico que está en la esquina. Solo así pudieron lograr que el perro soltara al jubilado.
Según el director del hospital Evita, Carlos Frasco, Couceiro ingresó ya fallecido cerca de las 18 del lunes. Tenía heridas graves en la cara, en el cuello y en el pecho, provocadas por las mordeduras del pitbull, que tenía dos años y medio. Su nieta también fue atendida en el hospital, con heridas leves en el rostro. Le hicieron las curaciones y fue dada de alta.
Fernando explicó que tiene los perros hace dos años. “Nunca atacaron a nadie, eran muy buenos y sociables. Incluso yo tengo un hermano de cinco años que juega con los perros”. El dueño contó a Clarín que él se ocupaba personalmente de cuidar a los perros, pero desde que consiguió trabajo no tenía tanto tiempo para dedicarles.
“Igual estaban bien cuidados, atados en la parte delantera de mi casa o sueltos atrás en el jardín. Incluso un perro salchicha del vecino venía a jugar con ellos. No entiendo cómo pasó esto. No tengo palabras. Y encima siento la culpa tremenda, porque a mi abuelo no le gustaban los perros. Mi abuelo murió como un héroe para salvar a mi hermana”, dice Fernando.
“Orgullosa de vos abuelo. Orgullosa de vos abuelo. Gracias a vos se salvó Mica. Te amo y te extraño ahora y siempre”, escribió una de las nietas de Couceiro en su cuenta de Twitter.
Los perros fueron trasladados a la dirección de Zoonosis del municipio de Lanús. Son dos Pitbull Red Nose, que se caracterizan por su fortaleza y su aptitud para la caza, por su poderosa mordida. Además, tienen una gran resistencia al dolor físico, por eso cuando atacan resulta difícil revertir la situación y separarlos de su presa
Por competencia, por miedo, por el territorio o por dominancia los perros suelen morder. Y las mordeduras pueden convertirse en una verdadera tragedia familiar cuando el animal es fuerte y agresivo. Los expertos señalan que la mayoría de las mascotas que muerden reinciden, y que los niños pequeños son las principales víctimas. Sin embargo, algunas recomendaciones sumadas a las terapias cognitivas conductuales permiten reducir la agresividad.
Las mordeduras y el análisis de la conducta de los animales de compañía fue uno de los temas del 7º Congreso de Atención Primaria de la Salud. Se hizo en Mar del Plata y fue organizado por el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires y el Consejo de Salud Provincial (COSAPRO).
“Como bien indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), las mordeduras caninas son un problema de salud pública en todo el mundo. Requieren prevención y un aprendizaje por parte de los dueños de las mascotas, que deben asesorarse para la crianza del animal y para ejercer una tenencia responsable”, señaló el Ministro de Salud provincial, Alejandro Collia.
En nuestro país hay un perro cada cuatro habitantes, cuando la recomendación de la OMS es que haya uno cada 10. “Estamos excedidos en cantidad y esto genera mayor riesgo de propagación de zoonosis y de las agresiones”, explicó Eduardo Reynés, coordinador de la comisión de Zoonosis del Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires.
El especialista contó que en el municipio de Tres de Febrero, donde se desempeña, crearon un Centro de Etología Clínica, una especialidad que se ocupa de analizar el comportamiento animal y de controlar a los perros mordedores durante los diez días posteriores al evento, para constatar posibles casos de rabia. En ese distrito se reciben unas 800 consultas anuales por mordeduras. Un 25 por ciento de las víctimas debe aplicarse el tratamiento antirrábico por no poder identificar al animal agresor, algo común cuando se trata de perros callejeros.
Cuidado con los reincidentes
“Observamos que algunas familias nos traían a sus perros dos o tres veces al año, es decir, se trata de perros reincidentes en la conducta agresiva. Esta observación nos llevó a crear el centro de etología, que nos permite observar al animal y ofrecer orientación a los dueños para evitar nuevas lesiones”, explicó Reynés.
A partir de esta experiencia se supo que las mordeduras más graves se producen en la propia vivienda del animal hacia un miembro de la familia. Y que los animales domésticos que más atacan son los perros machos. Mientras que las víctimas más frecuentas son los niños varones que forman parte de la familia.
“Desde el punto de vista del perro, la familia es la jauría de la que forma parte. Al tenerlo a su altura, es posible que observe al niño como a un par y como una competencia, ya sea por el espacio en la casa o por el alimento”, detalló el profesional. También dijo que estas situaciones traumáticas se pueden prevenir en la medida que uno aprenda a criar al perro y que la crianza funciona mejor si se hace desde los primeros cinco meses con un criterio acertado. Para lograr una socialización positiva, hay que jerarquizar al animal como mascota y evitar humanizarlo.
“Suele ocurrir que los chicos no saben leer a tiempo las señales previas a la mordida, como la mirada fija, el cuerpo tenso o los gruñidos. Ese desconocimiento también los hace más vulnerables”, agregó en el congreso Virginia Ragau, veterinaria y especialista en etología.
Ragau realizó 227 entrevistas a dueños de perros mordedores. Explicó que de cada caso hay que hacer un análisis completo del comportamiento animal y del contexto para evitar las reincidencias. “Lo más importante es saber qué perro nos conviene tener en función del espacio que tenemos y del grupo familiar que integramos. De lo contrario la mascota, que debería ser una compañía agradable, puede convertise en un enemigo con cama adentro”, alertó la experta.
Por qué muerden los perros
* Por dominancia y competencia. El perro puede reaccionar con una mordedura por el alimento, el lugar de descanso, un juguete o como una respuesta a la manipulación. Actitud corporal: gruñidos, mirada fija y erizamiento del pelaje en el lomo.
* Por miedo. Los perros que fueron sometidos a situaciones de estrés por maltrato, trauma o castigo y aquellos que no fueron correctamente socializados suelen tener un temperamento irritable y proclive a las reacciones agresivas. Actitud corporal: las mascotas se agachan, llevan la orejas hacia atrás y ponen la cola entre las patas.
* Cuando ve amenazado su territorio. El perro puede morder como un comportamiento de supervivencia. Actitud corporal: ladridos, vocalización y gruñidos.
Fuente: Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires.
Qué método suelen usar los perros para comunicarse? ¿Cómo dicen lo que sienten, lo que necesitan?
Su sistema de comunicación es muy complejo y está basado en señales auditivas, visuales, olfativas y táctiles. Dicho en otras palabras, si bien los perros no hablan, ellos se comunican a través de gestos, posturas, sonidos y olores.
¿Ese mismo sistema lo usan para comunicarse con las personas?
Sí, ese sistema de comunicación no solo es utilizado por los caninos en su relación con sus congéneres, sino también con los seres humanos. Sin embargo, muchas personas lo desconocen o lo niegan. Para quienes interactúan con perros propios o ajenos es de vital importancia el conocimiento de estas señales. Solo así es posible entender las actitudes de los perros y evitar situaciones de agresión como consecuencia de conductas humanas que no son comprendidas por los animales, o viceversa.
¿Qué tipo de sentimientos pueden expresar a través de su lenguaje corporal?
Mediante estas señales los animales mantienen el orden dentro del grupo, identifican y marcan su territorio, conocen el estado fisiológico y emocional de sus congéneres, así como su rango social. También las usan para expresar su estado emocional, sus deseos y sus necesidades.
Por ejemplo, ¿cómo podemos reconocer cuando un perro tiene miedo?
Un perro inseguro, que exprese sumisión o intención de huir, se manifiesta manteniendo la boca cerrada, con las comisuras labiales dirigidas hacia atrás, ojos no muy abiertos y orejas también hacia atrás en contacto con la cabeza, que habitualmente se mantiene baja. Otro indicio es la liberación de los llamados "olores emotivos". Son producidos en circunstancias muy especiales, como el estrés, el miedo o el celo en las perras. Por ejemplo, en situaciones de intenso temor un perro puede comprimir sus sacos anales enérgicamente, eliminar su contenido y producir un olor penetrante muy característico.
¿Y si busca llamar nuestra atención?
Esa es una de las funciones específicas del ladrido: llamar a todos los miembros del grupo para iniciar una acción. Un ejemplo típico es los perros que ladran para solicitar parte del alimento que está comiendo su dueño, quien, con el fin de callarlo, satisface la demanda del animal. Otro ejemplo es aquellos perros que ladran llamando la atención del propietario ya sea para jugar o salir a dar un paseo, porque saben que con esa actitud convencerán al dueño de que haga lo que ellos quieren.
¿Y si quiere jugar?
En este caso hay que tener en cuenta la posición de la cabeza y el cuerpo. Un perro amistoso, que quiere informarle a otro sus deseos de jugar, se agachará con los miembros anteriores extendidos, el tren posterior levantado y la cabeza casi apoyada sobre el piso. Por el contrario, un perro poco amistoso, aunque no momentáneamente agresivo, se acercará lentamente, bien erguido y con las extremidades tensas, lo cual constituye un mensaje de dominancia.
¿Y si se siente solo?
Cuando un perro es dejado repentinamente solo emite aullidos. Tienen la misma función que en los lobos, es decir, reforzar la cohesión del grupo. En la vida salvaje el resultado del aullido de soledad es atraer a los otros integrantes de la jauría. Sin embargo, los perros de la ciudad raras veces consiguen que sus propietarios acudan en su búsqueda, sino más bien que los vecinos se enojen.
¿Cuánto hay de cierto en el dicho popular "perro que ladra no muerde"?
Un perro que está a punto de morder (a un rival canino o humano) gruñirá y, al mismo tiempo, retraerá los labios para mostrar sus dientes. En este caso, la postura será la que indique la inminencia del ataque. Sin embargo, en esta situación existe un mínimo nivel de miedo, ya que si no fuera así el ataque sería silencioso. Si en cambio el gruñido se presenta solo, aunque el nivel de agresión sigue siendo alto, existe algo más de temor. Esto indica que el ataque podría no ser tan inminente a pesar de que la probabilidad de que se produzca todavía será muy elevada. Si el miedo continúa aumentando en detrimento de la agresividad, seguramente los gruñidos comenzarán a alternarse con ladridos y el riesgo de un ataque será menor que en los otros casos. Si el gruñido desaparece y solo están presentes los ladridos, significa que el perro está en una situación de conflicto interior: no se anima a atacar pero tampoco siente tanto temor como para huir. Esta explicación es la que da sustento y cierta validez al famoso dicho popular "perro que ladra no muerde". No obstante, si en algún momento la agresión supera al temor el perro podrá atacar, hecho que demuestra que a los perros poco les importan los refranes humanos.
¿Y el que dice "más contento que perro con dos colas"?
La cola es un indicador sensible de su estado emocional. En este caso, existen dos indicios a tener en cuenta: la posición y el movimiento. En cuanto al primero, si la cola se halla suspendida, colgando desde la base, está indicando una actitud serena, desprovista de tensión. Luego existen dos posiciones extremas. En una el perro eleva la cola por sobre su dorso y la ubica en forma perpendicular a éste; en este caso expresa un estado emocional de seguridad en sí mismo. La posición opuesta, que consiste en mantener la cola muy baja llegando incluso a introducirla entre los miembros posteriores, demuestra que el animal siente gran inseguridad y temor. En lo que respecta al movimiento, está relacionado con una situación de excitación. Leves movimientos, cortos y rápidos, indican una actitud amistosa y sumisa. En cambio, si está ubicada en posición vertical y los movimientos son bruscos indican que son desplegados por un animal de gran jerarquía, cuyas probables emociones son la excitación sexual, lúdica o incluso la agresión.
¿Qué significa cuando un perro raspa el suelo?
El denominado arañado o raspado del suelo es otra forma de comunicación visual. El perro "raspa" el suelo con una o más patas, generalmente después de defecar, dejando una marca visible. Esta marca está acompañada de una señal química proveniente de las glándulas sudoríparas ubicadas a nivel de las almohadillas plantares y de las glándulas sebáceas interdigitales. El significado de estas señales, que son mucho más frecuentemente emitidas por los machos que por las hembras, es doble. Por un lado, al ser utilizadas por los individuos de mayor jerarquía del grupo y ser estimuladas por la presencia de otros perros constituyen una demostración del rango social del emisor. Por otro, debido a que la marca dejada en el piso perdura durante un tiempo, informan que el territorio en cuestión tiene dueño.
A modo de cierre... ¿De qué nos sirve, a las personas, aprender a leer el lenguaje corporal de nuestras mascotas?
Es imprescindible que todos los propietarios o futuros propietarios de perros conozcan la forma en que estos animales se comunican, para aprender a entenderlos y comprenderlos. Esto facilitará una mejor convivencia entre dos especies, la humana y la canina, que sin lugar a dudas pueden establecer una comunicación fluida entre sí.
Insuficiencia renal aguda, diagnosticó la veterinaria. La ovejera alemán sufría de vómitos, pérdida de apetito y letargo desde hacía un par de días. Estaba acurrucada frente a la puerta de la cocina de la casa chorizo de Villa del Parque y, como el Argos mitológico, aquel viejo perro moribundo de La Odisea, era una sombra de la que había sido. Aquella mole de treinta kilos estaba cubierta de pelo rubio y blanco, tenía el hocico ancho, ojos muy grandes color miel y era una entusiasta compañera de juegos de los chicos. Siempre alerta en la defensa del territorio, confiada y leal con quienes la cuidaban y le habían dado refugio desde hacía doce años, cuando llegó siendo cachorra.
Lula estaba grave. Respiraba con fatiga, sin aliento casi. ¿Qué había sido de su contagioso vigor, de sus ladridos potentes? ¿Dónde estaba aquel animal que se lanzaba a la carrera cuando ganaba la calle para el paseo irregular o cuando se dejaba acariciar con absoluta entrega alfombrando una parte del patio? ¿Quién iba a imaginarlo así, tan de repente, sin previo aviso? Entre la visita de la médica y su muerte no pasaron más de un par de horas. Justo ese día había sido también la partida de Isaac, su amo y mi padre, el actor que “se fue de gira”, como dicen sus colegas, apenas antes de la Navidad. La ovejera no llegó a sobrevivirlo demasiado.
Habían pasado exactos tres meses de su partida, el 18 de diciembre. Pudo haber sido la tristeza, lo debe extrañar, dijo la veterinaria. La vida de los otros, mientras tanto, continuó su marcha.
Yo, más o menos, tengo un perro. Es decir cuando lo tengo, lo tengo, y cuando no lo tengo, lo tiene mi vecino. Es un perro de la calle, buscavidas, que elige a su dueño de acuerdo a cómo venga el día. Yo soy más bien de sábado y domingo, que es cuando hago un asadito al mediodía; mi vecino, en cambio, es de la noche y los días de semana, pero tenemos la sospecha de que puede haber más implicados en el caso. Yo lo llamo “Azafrán” y mi vecino, “Ninja”: responde a los dos y a los dos nos da felicidad con su fidelidad incondicional, su trato fácil, su dulzura y su búsqueda de afecto. Y, además, su natural y permanente obsesión por la comida.
Me sorprendió apenas lo vi, por lo educado. Movía la cola y daba clarísimas señales de buscar acercamiento, pero sin traspasar el umbral del portón que, de par en par, estaba abierto. El no pasaba esa línea imaginaria sobre el suelo. Lo invité a entrar y pasó. Al llegar a la casa nuevamente, se detuvo como quien sabe distinguir el afuera y el adentro.
Nuevamente lo invité, entró encantado, y de a poco tomó la confianza necesaria para subir a los sillones, negarse a salir cuando no quiere, pedir cariños en grado de exigencia, hurtar comida que queda descuidada, espantar a otros perros que se acercan o correr a los gatos invasores.
Para que se entienda: se trata de un perro que sabe trabajar de perro. Anoche me pregunté qué pasará cuando “Azafrán” envejezca, cuando ya no esté tan ágil y contento. No lo sé, pero por ahora tengo buen perro y buen vecino. Soy más que millonario, estoy contento.
Los labradores fueron los preferidos por 24to año seguido en 2014, tras batir en 2013 el récord que los caniches ostentaron durante décadas, según la clasificación que hizo el American Kennel Club, un famoso club canino de Estados Unidos. Por su parte, los bulldog registraron su mejor marca hasta ahora, un cuarto puesto, y sus primos los bulldogs franceses entraron entre los 10 primeros por primera vez en casi un siglo.
Pastores alemanes, golden retrievers y beagles se mantuvieron entre los cinco primeros, mientras que los yorkshire terriers, poodles, boxers y rottweilers completaban las 10 primeras posiciones. Los dachshund, también conocidos como perros salchicha, cayeron del décimo al undécimo lugar.
El auge de los bulldogs no es una sorpresa para los aficionados a su inconfundible expresión con el morro aplastado y su comportamiento por lo general tranquilo. "Simplemente tienen mucho carácter'', señaló la presidenta de comunicaciones del Club Americano del Bulldog, Annette Noble. La raza es conocida por ser amable pero decidida. Si se le da una orden, señaló Noble, un bulldog podría querer "pensarlo primero y decidir si merece la pena''.
Los más pequeños bulldogs franceses, con las mejillas menos caídas y a los que algunos apodan como "payasos con túnica de filósofos'', han remontado del número 49no al 9no en una década. En los últimos años, apariciones en películas, programas de televisión y publicidad les ayudaron a ganar presencia.
Los labradores llegaron al top 10 en la década de 1970 y no han salido desde entonces. Criados en un principio para recuperar piezas de caza, han demostrado que pueden jugar casi cualquier papel canino: trabajo de policía o de búsqueda y rescate, deportes de agilidad y otras modalidades, perros guía y de terapia y sensible compañero familiar. La criadora Micki Beerman recordó que uno de sus labradores se ganó a un niño receloso avanzando poco a poco hasta que el pequeño empezó a acariciarlo. "Son muy intuitivos'', dijo Beerman, de Brooklyn. "En cierto modo saben cuándo los necesitás''.
El AKC no publica los datos de las estadísticas, solo la clasificación. El orden refleja la cantidad de cachorros y otros perros recién registrados.
Los activistas pro derechos de los animales critican la cría de perros, a la que acusan de producir demasiados cachorros, desviar la atención de mestizos que necesitan hogares y, en ocasiones, propagar rasgos insanos en los animales. En su defensa, el AKC afirma que sus estándares de raza y pruebas sanitarias recomendadas ayudan a la gente responsable a criar perros sanos, y que conocer las características de cada raza ayuda a los propietarios a elegir una mascota adecuada para ellos.
El top 10 en imágenes
1. Labrador retriever
(Foto: AP)
2. Pastor alemán
(Foto: AP)
3. Golden retriever
(Foto: AFP)
4. Bulldog
(Foto: AFP)
5. Beagle
(Foto: AP)
6. Yorkshire terrier
(Foto: AFP)
7. Poodle
(Foto: AFP)
8. Boxer
(Foto: Clarín)
9. Bulldog francés
(Foto: AFP)
10. Rottweiler
(Foto: Clarín)
Fuente: Jennifer Peltz / AP